Aunque cada gato mostrará signos de envejecimiento de manera diferente, hay algunos procesos comunes de envejecimiento por los que pasa todo gato. Su olfato, gusto y audición se vuelven menos agudos, lo cual afecta su apetito. Esto también puede verse afectado por problemas dentales, como que los dientes muestren desgaste y haya enfermedad de las encías o bien pérdida de dientes. Una combinación de estos problemas puede conducir a pérdida de peso.
Sus articulaciones son menos flexibles, sobre todo si se ven afectadas por osteoartritis, lo que puede provocar dolores agudos y problemas de movilidad. Esta falta de flexibilidad también afecta su capacidad para asearse adecuadamente, lo que a su vez termina afectando su pelaje y su piel; por esto es importante que le des un adaptado a sus necesidades.
El pelaje mismo puede volverse más blanco y es posible que pierda calidad, ya que las glándulas sebáceas (que producen aceites nutritivos para la piel) son menos productivas. La capacidad natural de producir una respuesta inmune tiende a disminuir con la edad, lo cual expone al gato a más riesgos de infección y enfermedades. Varios procesos metabólicos como la digestión también se ven alterados, ya que la capacidad de procesar grasas y proteínas disminuye a medida que el gato envejece.
Los gatos maduros pueden mostrar comportamientos alterados, como retraimiento o hacer ruidos en momentos poco sociables. Es posible que duerman más, pero no tan profundamente, lo que puede interrumpir su rutina y provocar problemas de comportamiento.
Síntomas de enfermedad en gatos maduros
A veces, estos síntomas en un gato maduro no son simplemente una señal de "envejecer", sino que también pueden ser un síntoma de un problema mayor.
Los gatos tienden a ocultar cualquier enfermedad, lo que limita su movimiento o actividad y puede agravar el problema, en lugar de indicar dolor a través de signos perceptibles, como cojear o hacer ruido. Por esta razón, es importante para tomar nota de cualquier cambio sutil en su comportamiento, como negarse a comer o dejar de saltar a su lugar favorito, y llevarlos al veterinario para un chequeo.
Hay algunos síntomas comunes a los que se debe prestar atención en un gato maduro que pueden indicar un problema subyacente:
Pérdida de apetito o peso, lo cual puede indicar un problema digestivo
Aumento de la micción o sed; posiblemente una señal de problemas urinarios
Rigidez, cojera o dificultad para levantarse, que puede ser artritis
Aparecer desorientado, ansioso o mostrar un comportamiento inusual
Si te aseguras de llevar a tu gato maduro al veterinario con regularidad, podrás detectar cualquier enfermedad grave antes de que se desarrolle y podrás darle la mejor atención posible.
Comments